miércoles, 3 de marzo de 2010

REALIDADES ACTUALES DE UN LEGADO EN EXTINCIÓN

REALIDADES ACTUALES DE UN LEGADO EN EXTINCIÓN
La región del Chaco Central y Austral alberga en sus tierras la mayor cantidad de comunidades de pueblos originarios del país, Tobas, Pilagás, Mocovies, Matacos, Chorotes, Chulupíes y Chiriguanos-Chanes, en números suman un total aproximado de 90.000, que viven (o subsisten) alternando sus formas de vida originaria con la realidad de las regiones que habitan.
En el mundo, con el correr del tiempo se han sucedido hechos impensados, al mismo tiempo se ha transformado hasta lo más mínimo inimaginado; esos hechos y transformaciones han afectado a la vida, a la sociedad, a los pueblos originarios, de manera positiva y negativa.
La evangelización y el desarrollo de colonias Europeas, solo para tomar ejemplos, son solo algunos de los factores que fueron marcando el ritmo y el grado de aculturación que han sufrido, y sufren cotidianamente las comunidades de pueblos originarios.
Actividades como la caza y la recolección han dejado de llevarse a cabo con la aparición de algo hoy tan común como el alambrado, hecho que primero los limito a cazar y recolectar dentro de los límites que marco el alambrado, hasta llegar a la perdida de la actividad e inclusive a la desaparición de comunidades enteras de pueblos originarios.
Así como las comunidades originarias han experimentado la perdida de usos y costumbres, el resto de la sociedad debería rescatar, revalorizar e imitar otros usos, creencias y costumbres propias de estos pueblos; como el creer que los insumos básicos no constituyen un motivo de preocupación ya que lo consideran parte integral de la naturaleza, por lo tanto son inagotables. O el simple hecho de no comprender la idea de que algo puede modificar o alterar la naturaleza; y si hablamos de costumbres podemos mencionar la hermosa costumbre de pedir consejos y consultar a los ancianos. Y no podemos dejar de mencionar al líder o cacique del grupo, figura de gran importancia para la relación con “el afuera”, cuya autoridad es determinada de acuerdo a la capacidad de cuidado del grupo y preocupación en lo concerniente a salud y alimentación.
Adentrándonos en la provincia de Formosa, podemos mencionar dos naciones indígenas: La nación Guaycurú, compuesta por Tobas y Pilagás, y la nación indígena Mataco-Paraguaya, conformada por Matacos o Wichíes.
En la actualidad el territorio provincial es habitado por poco mas de 100 comunidades originarias (siempre hablando en números aproximados) 32 de ellas Tobas en el este, 15 comunidades Pilagás en el centro y al oeste los Wichís, que constituyen el grupo mas numeroso, 63 comunidades.
La actualidad de las más de cien comunidades no es para nada agradable. Los problemas que sufren las comunidades son variados, como ejemplo, la fuente tradicional de caza y recolección… el monte ha sido depredado, con lo que resulta imposible asegurar el sustento diario basándose en las actividades tradicionales, por lo que hoy en dia las comunidades se ven obligadas a vender sus artesanías, ya aculturadas (por el hecho de que a los materiales tradicionales le sumaron elementos como el plástico y el nylon) y con el dinero alimentarse, sin enumerar otros hechos que acontecen diariamente.
Así como existen algunas diferencias culturales y de creencias entre los pueblos originarios y los criollos, existe la peor de las similitudes y aculturación… el conformismo. Hoy en dia tanto blancos como aborígenes se conforman con una bolsa de mercadería y unos pocos pesos por mes, teniendo en cuenta también que muchos se “acostumbraron” a este estilo de vida y no intentan, ni siquiera pretenden buscar la forma de salir delante de otra manera… se ha perdió algo tan preciado como la cultura del trabajo y por sobre todas las cosas… la dignidad.
Lamentablemente este proceso “destructivo-transformista” no ha terminado y dia a dia surgen nuevos problemas.
Mas de un centenar de comunidades de pueblos originarios intentan recuperar sus valores y poder contar su historia, mientras tanto se relacionan con “el blanco” y van transformando e incorporando el “otro mundo” al suyo.
Es hora y momento de salvar el legado de los pueblos originarios.
¿Cómo?: comunicándonos, no aculturando, haciendo cumplir las leyes; pero para que esto funcione es necesario conocer, respetar y revalorizar la cultura de las comunidades de pueblos originarios, una manera de hacerlo es a través de la cultura y el turismo. En la actualidad el auge del turismo étnico, que consiste en mostrar las culturas aborígenes que sobreviven a través del tiempo manteniendo sus ritos, comidas típicas, bailes, ceremonias religiosas y todo lo concerniente a la vida cotidiana. Esta actividad debe llevarse a cabo sin alterar las formas y ritmo de vida de las comunidades, y sin verlas como “un bicho raro”. Existe un importante número de personas que realizan este tipo de turismo. El propósito de la actividad es fomentar y enriquecerse culturalmente, recorriendo los diferentes lugares en donde se encuentran las comunidades, con distintas culturas, las cuales conjuntamente integran al mundo.
Entonces… utilicemos el turismo y la cultura para conocer y revalorizar hechos, creencias y valores que se están perdiendo.
Cuidemos el legado indígena… que es el legado de la Gran Nación Amerindia.

PRINCIPIOS DE SOSTENIBILIDAD PARA EL DESARROLLO TURISTICO LOCAL

PRINCIPIOS DE SOSTENIBILIDAD PARA EL DESARROLLO TURISTICO LOCAL
Al hablar de Formosa en su aspecto turístico no se puede evitar nombrar la riqueza natural de su estructura. De Este a Oeste la diversidad de sus paisajes nos ofrece cuadros de montes en galería, bañados, esteros y el árido terreno del oeste enmarcado por los ríos que delimitan nuestra provincia.
El turismo se construye sobre atractivos naturales, culturales y de otro tipo a condición de que estos estén cuidados.
El medio ambiente se conforma de la relación de los elementos bióticos, abióticos, y socioeconómicos (hogar y sustento de los seres sociales).
Así llegamos al concepto de desarrollo sostenible: “Es el desarrollo cuyo principio general es el de satisfacer las necesidades humanas del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias” (Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y Desarrollo), por ello el turismo sostenible puede definirse como una actividad recreacional que no compromete la conservación de los recursos que lo construye, por lo tanto reconoce la protección del medio ambiente en el que se realiza.
Para alcanzar el desarrollo sostenible de la actividad turística se necesita:
- El turismo no puede crecer de forma desordenada por acciones espontaneas por parte de los que operan en un marco desregulado y descoordinado, por ello se debe formular políticas turísticas no solo a nivel local, sino que también políticas conjuntas con otras regiones.
- Las políticas turísticas deben ser el resultado de un proceso participativo, donde todas las partes interesadas, especialmente las comunidades locales, sean consultadas.
- Las técnicas de evaluación de impacto ambiental deben de ser aplicadas desde el comienzo a todos los proyectos turísticos y desde su etapa inicial antes de implementarlos.
- Se requiere adoptar un enfoque integrador, en el cual el turismo es parte del desarrollo de la zona, y en el cual la infraestructura turística es planificada en conjunto con la infraestructura general de la localidad; así como también con el adecuado marco institucional.
- Ninguna de las acciones que realicen las empresas que operan en determinadas zonas, para satisfacer a los turistas debe ser en detrimento de la localidad; para ellos la gestión de los destinos y de las empresas turísticas deben tener al medio ambiente natural, a la cultura local y a los residentes como centro de sus preocupaciones.
Téc. Tmo. Sergio Hernán Coenes

El Papel del Turismo en el Desarrollo Local

El Papel del Turismo en el Desarrollo Local

Téc. Tmo. Cristian Gonzalez Rovelli

PARAQUARIA S.R.L.

Mucho se habla actualmente del Turismo como factor de Desarrollo Local; pero ¿qué entendemos por TURISMO? y ¿Cómo podemos lograr que la actividad turística se desarrolle con inclusión, en destinos emergentes como nuestra provincia?

Samuel Sánches, define al Turismo como un “fenómeno socio-cultural que implica el desplazamiento y permanencia, voluntaria y temporal, en un destino prefijado, fuera de la residencia habitual, para uso del tiempo libre, con un propósito recreacional, independientemente de los atractivos y motivaciones que lo provocan y que comprenden el conjunto de interrelaciones que de tal fenómeno se derivan”.

El turismo implica un movimiento que necesariamente debe ser voluntario y temporal; el turista, con su desplazamiento, es motor de las interrelaciones que se observan entre los distintos componentes humanos, geográficos y económicos del denominado sistema turístico.

Una planificación estratégica de este sistema de relaciones, implica un proceso concertado entre los distintos actores privados, públicos y comunidades locales; donde a partir de una etapa previa de diagnóstico se plantee una propuesta de desarrollo de la oferta provincial a través de una proyección sustentable; optimizando la conectividad entre destinos y de los sistemas de soporte a nivel provincial.

La capacitación del personal, y el de contacto fundamentalmente, es uno de los aspectos más importantes. Se debe incentivar la creación de carreras terciarias o universitarias que formen personal con una activa vocación de servicio y que puedan constituirse en agentes de cambio en las comunidades donde se desempeñen laboralmente. Descentralizar la formación en turismo es primordial para brindar igualdad de oportunidades y de especialización a estudiantes del interior provincial. Potenciando distintos centros de investigación y desarrollo, para la aplicación de tecnologías innovadoras acordes con las particularidades de las comarcas o micro-regiones de las que son parte.

En el marco de una organización para el desarrollo, el apoyo provincial a la articulación de las micro-regiones o comarcas entre sí, y con la región LITORAL, es un punto importante para la comercialización y promoción integrada, logrando potenciar destinos con atractivos de relevante jerarquía con otros de mayor equipamiento turístico.

La seguridad, de lo que hoy podemos ufanarnos frente a otros destinos regionales, debe ser prioridad en la agenda pública de turismo junto con la homogeneización legislativa y continuidad en las políticas, más allá de los partidismos.

El desarrollo de un sistema integrado de información turística como mecanismo permanente y sistematizado de recopilación, tratamiento, ordenación y divulgación de información precisa para los objetivos de planificación, acción y evaluación turística de los distintos agentes turísticos públicos y empresariales de la provincia, es otro de los ítems que no debe faltar en la agenda pública de turismo.

Desde la promoción turística es importante unificar esfuerzos públicos y privados para mejorar los resultados, evitando los autismos en la implementación de acciones; potenciando la diversidad cultural entre el este y el oeste formoseño y el impulso a modalidades como el Ecoturismo o Turismo Rural como actividades principales, que garantizan la adecuada prestación de servicios con el equipamiento existente, preservando los recursos naturales y culturales de los que hoy somos meros custodios.

Distribución equilibrada de la inversión pública para el desarrollo de las micro-regiones o comarcas. Fomento del emprendedorismo y el asociativismo, campañas de concientización turística dirigidas a las comunidades locales; y la implementación de un Sistemas Calidad Total donde se optimicen los procesos de prestación y gestión del turismo en todos los niveles, son las acciones que completarían esta evolución consensuada de desarrollo territorial.